El féretro de la reina Isabel II llega al Palacio de Holyroodhouse, la residencia de la monarquía británica en Escocia.
Más temprano, el ataúd de la reina Isabel II recorría el campo escocés en un último viaje desde su amada residencia de verano en el Castillo de Balmoral y hacia Londres. Dolientes silenciosos se alinearon al paso del auto fúnebre y algunos arrojaron flores en memoria de la monarca, que murió tras 70 años en el trono.
El auto pasó junto a ramos de flores y otros homenajes en un cortejo fúnebre de siete autos desde Balmoral, donde falleció la reina el jueves, para su viaje de seis horas hasta el palacio de Holyroodhouse en Edimburgo. El ataúd estaba cubierto por el estandarte real de Escocia y encima se colocó una corona de flores de la finca, incluidas las de guisantes dulces, una de las favoritas de la reina.
"Un triste y doloroso momento mientras Su Majestad, la reina, sale de su amado Balmoral por última vez", tuiteó la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon. "Hoy, mientras emprende su viaje a Edimburgo, Escocia rendirá homenaje a una mujer extraordinaria".
Había gente esperando en algunos tramos del recorrido previsto mientras el país lloraba a la monarca que ocupó su trono durante más tiempo, la única que han conocido la mayoría de los británicos. En la localidad escocesa de Ballater, donde la gente consideraba a la familia real como vecinos, cientos de personas observaban en silencio y algunos lanzaron flores ante el auto.
"Ella significaba mucho para la gente de esta zona. La gente lloraba, era increíble de ver", dijo Victoria Pacheco, que gestionaba una casa de huéspedes.